Esta pieza es obra original de Miguel Ruíz y está inspirada en las vasijas de época, destinadas a almacenaje de cereales, aceite y vinos, decoradas con la técnica del estampillado.
Pero la interpretación y el tratamiento de la Loza Dorada con que está realizada, le confiere un talante que muy bien podría pasar a formar parte de los Vasos de la Alhambra.
Esta obra, se ha realizado en dos tamaños, la versión menor de 45 x 35 cm y la réplica a tamaño real de 130 x 80 cm.